La joven que recorria el planeta...

este fanfic tb lo encontre en el mismo sitio q el de Vincent (si no recuerdo mal), y trata de lo q le paso a Aerith despues de... [no kiero hacer spoiler a los q no hayan jugado al FFVII o no se sepan la historia del juego...asiq...el q kiera q lo lea...xD]
este tiene el prologo y 7 capitulos!

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Prólogo:

Bajo la superficie...

Aeris se hundió en las profundidades del lago de frías aguas relucientes;tumbada como si estuviese dormida. Mientras descendía hacia el fondo una expresión de calma permanecía en su rostro. Una luz iluminaba la superficie del lago encima de su cuerpo inmóvil, como si intentase atraerla hacia ella.

Una vez estuvo llena de emociones, pero ahora su delicada cara nunca más volvería a mostrar sentimiento alguno. Ni una sonrisa contagiosa que sembraría alegría y felicidad, tampoco sería capaz de retener por completo la rabia y la tristeza ante la injusticia de ver pisoteado al débil. Nada nunca más.

Su cuerpo permanece inmóvil por toda la eternidad.

Pero ésto no significa que Aeris fuera a dejar de existir por completo.En ése momento, estaba mirando. No con sus preciosos ojos esmeralda, sino como un alma- un ser etéreo compuesto de energía espiritual; observaba mientras permanecía encima de lo que una vez había sido su cuerpo. Observaba la superficie resplandeciente del lago que cada vez se iba haciendo más distante.Y las sombras de la gente que la miraban entre las brumas desde el otro mundo ( para ella el mundo de los vivos ya era otro mundo). Observaba la cara de Cloud,quien daba la impresión que su corazón lleno de tristeza por haberla perdido iba a explotar, la rabia y el odio que sentía por haber llevado a Aeris lejos de él.

" No te culpes por lo que me sucedido.Todo irá bien, incluso si el meteorito cae.Asi que no te atormentes con éstos sentimientos. Tan sólo concéntrate en quien eres realmente"

Intentó decir éstas palabras pero los labios de Aeris no se movieron. Había perdido la capacidad de transmitir sus pensamientos, ahora que era tan solo un alma. Cloud rápidamente, comenzó a retroceder. La luz parpadeante en la superficie del lago se debilitó y se hundió .Se deslizó hacia las profundidades de la Capital Olvidada,la Ciudad en ruinas de los antiguos Cetras. Aeris, la última superviviente de los Cetras, había completado su misión de proteger al planeta y tocó fondo. Aquel sería su lugar de descanso eterno, la profundidad sin fin....

Eso me trae tantos dolororos y tristez recuerdos cuando mueres u.u por ke por ke tubo que ser asi sniff bueno sinceramnte muy bueno tu fic me gusto mucho espero poder leer mas de tu letra XP saludos

genial

la historia esta muy buena. hasta dan ganas de morir, pero luego pienso "no gracias", aún tengo mucho que hacer en este planeta.

wawawawwwwwwwwwwwwwww
me impresionan que bien que hagan estas cosa les doy un 10

Capitulo 1

Si. No importaba a dónde fuera.

Había alcanzado el fondo del lago.Pero incluso ahora Aeris seguía hundiéndose.

Su cuerpo físico después de muchos años de haber perdido su vida se encontraba ahora en la profundidad bajo el agua,cubierto por una plantación que parecía nieve en polvo.Destacaba cómo ahora había sido separada de su joven cuerpo de 22 años de vida por toda la eternidad. El cuerpo que había sido separado del alma iba a retornar despacio a la Gran Tierra a través del agua.

La conciencia de Aeris se estaba moviendo al nivel inferior.

No cambió nada mientras respiraba suavemente en el polvo que flotaba a su alrededor. Aeris continuó hundiéndose a través de la pesada capa de la precipitación. La única cosa que podía ver era oscuridad...pero era un cálido,suave mundo sin luz en que no se sentía sola.

Pronto se dio cuenta que no era polvo o barro lo que estaba sintiendo. Sus sentidos se habían agudizado por lo que podía sentir las cosas de su alrededor.Sus cinco sentidos estaban en un nivel superior que la permitían sentir la verdadera naturaleza de los objetos.

El mundo que podía percibir ahora no era el de la oscuridad.
Se encontraba dentro de una tenue luz verdecina que la envolvía.Al mismo tiempo, reconoció lo que vió. Energía que se dividía en miles, no, en millones de corrientes que manaban y circulaban hasta el último rincón del planeta. La luz que la inundaba era una de las corrientes que se separaba de las demás. La cantidad de energía Mako que el planeta tenía estaba lejos de lo que el humano era capaz de imaginar y no podía ser calculada en simples cifras.

Aeris observó como si el planeta estuviese latiendo con vida.Observó el brillo de la corriente vital que seguía su rumbo.Reconocío la fuente de la vida a la que todo regresaba.

Era un lugar lleno de energía donde innumerables almas estaba unidas junto a su experiencia y conocimiento. Incluso sus recuerdos estaban separados de ellos. Pero Aeris estaba" entera". Seguía siendo ella misma en el lugar donde la conciencia de los muertos manaba y se arremolinaba, manteniendo la personalidad que tenía cuando estaba viva. Conservaba la personalidad de la Aeris Gainsborough que una vez fue y ahora se estaba viendo empujada por la corriente.

No sabía que fuera a ser así.
Como última superviviente de los Cetras, tenía el rol de mantener la riqueza de la Gran Tierra durante su vida. Aeris hablaba al planeta. Hablaba a la conciencia que formaba parte de la energía vital, eso era. Le habían dicho que la muerte no era la desaparición de la vida.

La mayoría de los humanos pensaba que al morir se iban a convertir en nada. Teniendo su comciencia invadida por la oscuridad, no pudiendo volver a andar jamás, tenían un sentimiento de vació que no podía ser comprendido y creían que la muerte significaba estar totalmente aniquilado. Eso es por lo que los humanos temían la muerte.Tenían miedo de perder su existencia. Incluso si ellos mismos se daban cuenta que eran una raza con una corta duración de vida,había muchos que querían evitarlo .Incluso aquellos que habían alcanzado una larga edad después de una vida completa.

Aeris sabía que la muerte no significaba ser aniquilado.Incluso sabía que existía un mundo que los Cetras alcanzarían despues de haber completado su misión en la tierra. Es por eso por lo que aceptaba la muerte sin temerla incluso teniendo el fuerte presentimiento que le iba a ocurrir pronto algún día. Completó su misión de la manera en que debía hacerlo sin miedo.Su corazón estaba en paz inlcuso a través de los humanos, que perdieron su capacidad de hablar con el planeta hace mucho tiempo,y que decían que había muerto a causa de una muerte no natural. No tenía remordimientos como desear estar aun viva o haber evitado su misión.

Incluso asi, estaba triste. Su corazón estaba sufriendo

Todos los compañeros con quienes había viajado, la gente con la que se había cercana por primera vez, la madre que la había criado y cuidado durante 15 años años, Elmira,la gente a quien no había conocido demasiado bien, la gente a quien habria podido conocer en un futuro, la gente a quien aun no había conocido...era algo que ya no sucedería en su " vida".

Aeris tambien sabía que la tristeza tambien estaba con la gente a quien había dejado atrás. No sabían que aún existía como un alma. No necesitaban saberlo. Incluso si desera que lo supieran, la tristeza no sería curada aunque supieran la verdad. Pensar en la pena de todo el mundo hacía que aún se sintiera peor.
Aeris sentía aun más dolor al pensar en Cloud.

Tambien tenía buenos sentimientos hacia él. Al principio pensó que de alguna manera guardaba algun parecido con su primer amor. Incluso cuando eso, su apariencia, voz y personalidad no eran iguales y ya la hacían verle como a una persona misteriosa...pero en nada eso ya no importaba. Le quería mucho más que a su primer amor. Cloud era su héroe y no podía alejarse del peligro.Le veía como a una persona segura de si misma, tranquilo y le daba la impresión que el desaparecería en un instante si apartaba sus ojos de él. Quería permanecer a su lado para siempre si podía. Realmente quería hacerlo.

Cuando dejó atrás sus compañeros y se dirigió a la Ciudad Olvidada, el corazón de Cloud era como un huevo que estuviera a punto de abrirse. No iba a hacerlo de la misma manera en que un huevo se rompe sino como si sólo la yema fuera a salirse. Era como si su mente fuera a destruirse. Quería ayudarle. Si no hubiera sido la última superviviente de los Cetras lo hubiera echo sin ninguna duda.
Sin embargo...

El pálido hombre de cabellos plateados y vestido de negro, que una vez fue un héroe, había seguido el deseo de " la Calamidad de los Cielos", Jenova, y estaba en un estado de locura. Iba a invocar el hechizo más poderoso de magia de destrucción final, Meteorito , utilizando la Materia Negra. Habiendole sido pasada la misión por sus antepasados los Cetras, no tenía más remedio que hacerse responsable de ello. Tarde o temprano, Sephiroth iba a invocar el meteorito gigante que iba a ocasionar sin ninguna duda un gran daño al planeta. Le iba a causar una herida capaz de acabar con la misma vida del planeta.Sin lugar a dudas, el planeta concentraría una gran cantidad de energia vital para curarse. Esa era la intención de Sephiroth para hacerse con toda esa energía. Después de eso, se haría uno con el planeta y se convertiría en algo parecido a un dios. Seguramente quemaría a todos los humanos , a quienes odiaba a muerte. El futuro del Planeta y el ciclo de la vida acabarían y ella lo sabía.
Aeris podía sentir escuchando los suspiros del planeta que algo podía hacerse para impedir que ocurriera lo peor.Tambien sabía que era algo que sólo ella, la ultima de los Cetras, podía hacer. Sólo podia obtener el conocimiento absoluto en la Ciudad Olvidada. Pero dirigirse allí tambien suponía convertirse en el mayor obstácu** de los planes de Sephiroth.

Cuando eso fue que Aeris dudó. Iba a dejar a todos los humanos morir o iba a impedir semejante desastre a cambio de su propia vida...pero no pensó en ello y ya estaba casi lista. Cuando iba a dudar al pensar que iba a dejar a Cloud lleno de tristeza, pensó en que si no lo hacía no salvaría a sus compañeros ni a la gente del planeta. Ya casi había organizado su mente. No le quedaba otra opción. Lo era todo para Cloud tambien.

Y así, sola, se dirigió al altar que se encontraba en La Ciudad Olvidada para saber lo que tenía que hacer. En efecto, la clave era la última de los Cetras. Era la Materia Blanca que había pasado de Cetra en Cetra...como si tuviera en sus manos el destino de los Cetras, ese objeto podía invocar la magia blanca final Sagrado para contrarrestar a Meteorito. Era la materia que le había encomendado su madre , Ifalna. Nunca la había usado antes y siempre la llevaba escondida en su lazo.Tenía la Materia Blanca. Al saber que la tenía con ella, rezó de todo corazón. A través de la materia, habló al planeta intentando invocar a la magia blanca Sagrado para destruir el Meteorito.
Incluso la más pequeña duda hubiera hecho que su rezo no llegara al Planeta. Pero lo consiguió. Los requerimientos fueron completados antes que Sephiroth la hiriera, después de conseguir sus intenciones. Aceptó la muerte que llevaba esperando desde tiempo atrás mientras la espada la atravesaba.
Se sentía en paz.

Pero un gritó la traspasó.

No provenía de ella, si lo hubiera sido hubiera sentido el sabor de la sangre brotando de su garganta , la sangre que se abría paso desde lo más profundo de su alma, era el sonido del corazón de Cloud al partirse. Era el sonido de su corazón que nunca podría curarse del dolor que sentía por la muerte de Aeris, la culpa hacia si mismo,y el odio que tenía por Sephiroth.

Se sorprendió al ver la gran pena que sentía hacia ella. Estaba un poco contenta de que pensara tanto en ella pero tambien sentía el dolor que era mil veces mayor. No podía hacer nada para que Cloud dejara de sufrir y el dolor le ardía de dolor.

El dolor continuó a pesar de estar en la corriente vital.

Aunque había perdido su cuerpo, reconocía el dolor creando una imagen de ella misma en su mente. Aeris miró hacia abajo mientras se llevaba una mano a su corazón palpitante.Después de un largo tiempo, se dio cuenta de algo.

Todo alrededor de ella estaba formado por un número incontable de conciencias. Había muchas voces y un sinfin de recuerdos. Todo el mundo alrededor de ella era gente que nunca había sentido cuando estaba en la iglesia de Midgar. Como ella, todas las almas de aquellos que habían muerto habían regresado al planeta y se encontraban allí.
Incluso asi, no podía ver a nadie cercano que tuviera una forma como ella. Por lo que veía, solo retenía la imagen de su antiguo yo en la bruma de la energia fluyente, llena de diferentes conciencias.

" me pregunto si será porque soy...¿una Cetra?"

Las palabras salieron como un murmullo de Aeris. Aqui, las palabras y los pensamientos eran lo mismo. Como una entidad de conciencias, sus pensamientos y sentimientos eran expresadas solo como ondas que emitía. De igual modo, el gran número de recuerdos en la corriente vital tambien la alcanzaban en forma de ondas. Todo lo que oía a su alrededor eran suspiros de cómo si no mantenías tu autoestima alta, pronto no sabrías que conciencia te pertenecía.

" Esperaba que mis palabras alcanzarían a Cloud..."

Resopló un poco , algo disgustada. No se sentía afectada por la confusión de las varias conciencias que existían en el mar de recuerdos y sabiduría de la energía Mako. Debido a su experiencia de haber escuchado la voz del planeta cuando era joven,había adquirido mucha paciencia. Aeris había sido educada de tal manera que pudiera retener su conciencia y no perdiera su personalidad.

Pero comprendía que regresar al planeta dependía de cómo estaba siendo separada como algo " entero". Incluso cuando las gotas de agua caen en un río, se mezclan y ya no pueden ser vistas nunca más. No importaba lo acostumbrada que estuviera, le parecía extraño cómo su alma podía seguir siendo única en el vasto mar de la energía de la conciencia.

" pero la corriente vital debe ser una Cetra, como yo. Mi madre murió y era tambien una Cetra... han pasado 15 años. Dentro de tanto tiempo, quizas yo tambien desapareceré y me haré una con el planeta."

Ladeando la cabeza, reflexionó más sobre ello.

- " ¿ Seré capaz de comunicarme con Cloud en algun sitio? Para poder decirle que estoy bien..es algo raro poder decir que estoy bien pero quizás pueda aclararme sobre mi misma aqui..."

Quizás pudiera aclararse en cuanto a su afecto por Cloud ahi. Despues de eso, quizás pudieran ser vistos como amantes o familia...Mientras vivía en Midgar, sentía varias almas de aquellos que intentaban expresar su amor. Aquellos que aun conservaban esos sentimientos o que habían dejado atrás esos sentimientos podían retener fuertemente su conciencia como " entera".

"¿ pero eso significa que desapareceré en cuanto me encuentre con Cloud? Me pregunto si es eso lo que me está ocurriendo o si...hay algo más que aun deba hacer?"

En ese instante, Aeris sintió como una descarga eléctrica que la recorría. Con el puño de una mano golpeó la palma de la otra. Era solo ella imaginando su fantasma golpeando ambas manos, pero pudo claramente escuchar el " bang".

" Tiene sentido.Hay un significado a todo ésto. Debe haber una razón por la cual no me he echo una con el planeta todavía y porqué estoy aqui de ésta manera. De igual manera que era la única que podía invocar a Sagrado en la Tierra...debe haber aún algo pendiente que deba completar."

Al tiempo que ese pensamiento surcaba su mente, sintió una pequeña conmoción que provenía del Planeta. No de la conciencia individual sino del propio Planeta, como una prueba que estuviera confirmando la verdad de lo que estaba pensando.

" ya veo. Me pregunto qué será..."

Su pregunta fue contestada con el silencio. Tambien el planeta debía esperar para saber lo que era.

Sonrió como las flores que solía vender en los suburbios. En la suave luz fluorescente, la sonrisa que era querida por todos floreció con dulzura.

" Si, está bien. Por qué aún quiero ayudarle. Todavía no tengo sueño. Hasta que ese día llegue, merodearé por aqui durante un tiempo. Lentamente pasaré mi tiempo aqui, en el Planeta...en nuestra Tierra Prometida..."

Deseando que sus pensamientos fueran oidos, Aeris alzó la vista al cielo...miró más allá del límite del Planeta por encima de su cabeza. Las partículas Mako que flotaban y brotaban a su alrededor le recordaban el cielo nocturno.

Miró hacia el cielo, igual que lo había hecho cuando se había sentado al lado de Cloud, alrededor de la prendida hoguera de Cañón Cosmo...